
Sin Denominador Común
Tiene fiebre nuestra canción, se ha cariado nuestro piano, se nos espanta la pluma al garabatear gimoteos por el arte del pasado.Ya nadie deja un trozo de piel o gota de sangre al pie de cada párrafo lírico; todo se ha reducido a la narración decapitada de anécdotas, estilos confesionales y sentimentales que hartan hasta el más avezado y mugriento aburrido.No llueven cánticos naturales, sólo se desprenden humedades de parapentes artificiales que pretenden oxidar el reloj del azar creativo.Mi presa es invisible, firmo un epitafio con cada eructo imbuido, no cierro las ventanas de ideas y esencias para poder sentir el beso de la blanca perversión por muchos desechada, corrupción que lacta este divertido juego que retoza entre letras mientras me río de la vida, de sus ganas de estirarla.Valor demiúrgico de mi mundo autónomo, febril, inmolado.Valía que monta fantasías de agudeza lúdica, de sugestión fónica, de mieles a los desangelados negadas.Tengo c..c...ca..ca...cccc...calor.
¿Quién se ha llevado mi piano?
*FuLaNo*


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